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MÁS ALLÁ DE LO HUMANO HACER POLÍTICA EN EL PRESENTE

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MÁS ALLÁ DE LO HUMANO HACER POLÍTICA EN EL PRESENTE

Invitación a dos días de encuentros y discusiones para construir un pensamiento y una praxis de la transformación. 1 y 2 de octubre, Bologna.

PREMISA

Vivimos en un tiempo de transición hacia una nueva Era más allá de lo humano. En las reflexiones anteriores (“Oltre l’umano, oltre i post, oltre… Non si può rimettere il dentifricio dentro il tubetto”; “Oltre l’umano #2, il futuro inizia oggi non domani”) hemos evidenciado algunos puntos que nos parecían importantes para empezar el razonamiento: ya no es el tiempo de los post-, no es aún el tiempo del más allá.

Las dicotomías naturaleza-tecnología, humano-no humano, ya no sirven y el concepto de híbrido es fundamental para afrontar las contradicciones. Entre sagrado y profano elegimos lo profano, dentro del materialismo y desde los saberes, contra superstición y absoluto. El capital financiero es la relación entre el algoritmo, el trabajo/vida y las diferentes formas de mando de los subsistemas. Los subsistemas no son solo los estados-naciones, algunos subsistemas se remontan a imperios antiguos, a Zares, Sultanatos, Emires, hay el Islam Político, el Partido Comunista Chino, otros son privados como Elon Musk; todos los subsistemas buscan ser parte del gran juego y en este escenario la guerra es un híbrido, la continuación de la política con otros medios para estar en el mando financiero.

Si ya de por sí estos temas no permitían sentarse sobre certezas cómodas, después de que Putin ha invadido Ucrania y ha explotado la guerra, nuevos elementos se agregan para desafiar la complejidad. La propuesta de razonamiento que proponemos a continuación es la invitación a una discusión multidisciplinaria para dar espacio a puntos de vista heréticos para la construcción de pensamientos y prácticas de transformación.

MÁS ALLÁ DEL FIN DE LA HISTORIA

Afirmar que la historia no ha terminado es un punto de partida que nos distingue una vez más de otras tantas tendencias actuales. Desde el pensamiento sagrado al catastrofismo climático, desde el realismo geopolítico al conspiracionismo anti-vacunas. Estas tendencias, todas diferentes, tienen en común el ver las cosas como inmutables y el regresar a las certezas del pasado para derrotar el miedo a la catástrofe inminente o para conservar poderes antiguos. Con la guerra en Ucrania, tendencias de este tipo encuentran muchos más motivos para afirmarse que aquellos que han tenido con la pandemia o con la crisis climática. El miedo es el elemento constante en el cual se anclan, sin embargo esta vez afirman su legitimidad usando de manera instrumental el concepto de paz que es mucho más difícil de arañar.

En lugar de mirar el gran movimiento histórico presente, donde los subsistemas están en fermento, y donde la guerra esta en continuidad con el mando financiero reaccionando a los cambios de época, se afirma que cada acción de contraste a la agresión de Putin puede contribuir solo al desastre nuclear representado como el fin de la humanidad, de la historia. Antes de la invasión de febrero ya hemos demostrado como pensamientos absolutos de este tipo nos hacen recaer en el lado de lo sagrado, es decir, en total oposición a lo profano representado por la proliferación de los conocimientos, por la apropiación de lo híbrido hombre-mujer-+, naturaleza-conocimientos-tecnología, tierra-espacio-digital, para la transformación.

GUERRA Y PAZ

Nos parece que la dicotomía guerra o paz es usada como un absoluto que hoy excluye cualquiera posibilidad de resistencia. Si resistes a una agresión llevada a cabo con las bombas por un subsistema patriarcal, oligárquico, imperial, entonces estás a favor la guerra y en contra de la paz. No importa si lo haces para defender o cuidar tu casa, tus relaciones, el territorio o la ciudad en la cual has elegido estar. No importa si eres un grupo de auto-defensa conformado por civiles. No importa si lo haces simplemente porque no soportas un régimen dictatorial como el de Putin. Cualquier cosa que hagas, debes saber que estás o a favor de la paz o a favor de la guerra. Como si dijéramos que para estar en contra de la guerra hay que ser automáticamente verdaderos pacifistas y no, en cambio, que ante una guerra de agresión, de invasión, de despojo se puede resistir “con cualquier medio necesario”.

Si, en cambio, aceptas las condiciones impuestas por el agresor, te sometes, delegas a la diplomacia de un tercer país como Turquía, entonces estás a favor de la paz y en contra de la guerra. La dicotomía guerra-paz no deja espacio para alternativas.

Otro aspecto problemático de la dicotomía guerra-paz está vinculado al viejo mundo bipolar en el cual algunos aún creen de estar. Para los que encuentran consuelos en las certezas del pasado, estar contra la guerra corresponde casi automáticamente a estar en contra de los Estados Unidos, estar a favor de la paz significa estar del lado de los demás pueblos del mundo. Esta dualidad empezaba ya a ser cuestionada por las luchas en contra de la guerra en los primeros años 2000 que entreveían en el control imperial estadounidense una nueva manera de entender las relaciones en el mundo global, y justo alrededor de esta dinámica elaboraban las alternativas de otro mundo posible. Lo que suele ser nombrado como el mundo multipolar de la actualidad es el resultado de aquellas luchas que no se han resignado a lo existente y de las muchas dinámicas contradictorias que han desafiado la dimensión imperial. Hoy en día, de lo que se trata es pensar la alternativa a la altura del mundo multipolar, pero para hacerlo debemos liberarnos de la dualidad absoluta guerra-paz que sólo crea mucha confusión.

SOBERANÍAS ALTERNATIVAS

Si en la primera década del siglo XXI las luchas por la alternativa han estado a la altura del desafío al imperio global bajo el mando de Estados Unidos, el ponerse ahora a la altura de las transformaciones que ocurren significa seguir algunas líneas que no se dan por sentadas y forzar algunos conceptos, entre ellos el de soberanía.

El capital financiero se forma sobre la actividad social/digital de conjunto de, y entre, los subsistemas. Es por el control de esta que se producen los algoritmos de cálculo y de previsión, y que imponen formas de mando. En todos los subsistemas, no sólo en la Rusia de Putin, se amplían desigualdades y surgen oligarquías económicas que aprovechan las diferentes formas de mando. Oligarchs are the new capitalists. La guerra demuestra que se puede decidir atacar a los oligarcas rusos como una maniobra militar extemporánea, por lo cual es posible. Sin embargo no tiene nada que ver con la redistribución de la riqueza, como nosotros la entendemos.

Los mismos oligarcas a menudo expresan la fuerza de verdaderos subsistemas. Imponen las modalidades de uso de los satélites, deciden cuando abrir o cerrar los grifos del gas, influyen en los precios, influyen en las políticas, sobre todo en aquellas sobre el clima.

Lo anterior sería suficiente para afirmar que la tendencia a la creación de formas híbridas de soberanías en espacios diferentes de los estados-nacionales es muy fuerte. Antes de la afirmación del poder chino, del hindú, árabe, turco, este tipo de tendencia se hubiera llamado “racionalidad neoliberal”. Es decir, un sistema basado en los poderes de los sistemas representativos liberales pero capaz de actuar más allá de ellos, creando, de hecho, otros nuevos. Los nuevos campos híbridos de tecnologías, espacio, digital, son un ejemplo pertinente de aquellos espacios en los cuales se implementa una soberanía híbrida. Hoy es difícil afirmar que lo que ocurre en los subsistemas arriba mencionados tenga algo que ver con el liberalismo o el seudo-liberalismo. Es por esto que hablar de mando financiero aparece más apropiado que neoliberalismo.

La vieja soberanía del estado-nacional, entendida como control financiero, está llegando pues a su fin, o por lo menos co-existe con nuevas tendencias. Pero viendo los fuertes empujes nacionalistas y las aspiraciones imperiales en curso no podemos esperar simplemente que los estados-nacionales se extingan espontáneamente, debemos pensar como forzar dicha dinámica, de cuáles herramientas dotarnos. Las soberanías alternativas no son sino nuevos poderes que superan los viejos poderes. El comunismo ha sido un experimento que se ha movido en esta dirección, pero para pensar una soberanía que se posicione ya más allá de los estados-nacionales con las características de la liberación, debemos buscar algo nuevo.

MATRIOTISMO EUROPEO

Demos un paso atrás. La Unión Europea ha representado un modelo de racionalidad neoliberal con políticas que han empujado hacia la dirección de la apropiación privada, del empobrecimiento y del aumento de las desigualdades, de la creación de formas de vida y de trabajo precarias. El camino para la construcción de la Unión siempre se ha topado con muchos adversarios internos y externos, antes que nada la identidad nacional, usada como espada contra migrantes y uniones políticas post-nacionales. La racionalidad neoliberal ha permitido exactamente que países como Suecia y Hungría convivieran. Pero justo por esto hoy muchos consideran esta convivencia como una catástrofe anunciada.

Sin embargo, por primera vez en Europa se ha optado por la puesta en común de la deuda y de temas como la contaminación, la energía, los salarios, la renta, la salud, las diferencias de género, la digitalización que estaban encontrando en la dimensión europea del recovery found un potencial campo de conflicto gigante para los próximos años. Obviamente no estamos hablando de grandes luchas unificadas, también porque el deshielo post-pandemia apenas está comenzando, pero aquel tipo de espacio de desarrollo podía y puede todavía aspirar a esto (…….. aunque hoy tal vez nos encontraríamos discutiendo sobre cómo confederar las luchas contra la instalación de nuevas plantas de carbón en lugar de aquellas de energías renovables no contaminantes y contra el gas, un paso atrás que arriesga de ser gigante).

La soberanía europea tal como la conocemos es frágil y probablemente corre el riesgo de no superar entera, mucho menos fortalecida, los próximos años.

Pero si siempre hay soberanías alternativas destructivas a la puerta de la UE, ¿por qué no pensar en una nueva soberanía alternativa a la UE en un espacio más amplio y con más democracia? ¿Que ya no sea esclava del atlantismo y por tanto de la OTAN; capaz bajo esta forma libre de enfrentar también el tema de la defensa común?

El camino de lucha hacia esta dirección es el que llamamos matriotismo europeo.

SOBERANÍAS EURO-MEDITERRÁNEAS Y CONFEDERALISMO DEMOCRÁTICO

La idea que tenemos en la mente es doble. Por un lado, discutir sobre la idea de una soberanía alternativa que se posicione desde ya más allá de los estados-nacionales y sea explícitamente ecologista y feminista, en contextos espaciales diferentes de los tradicionales. El espacio euro-mediterráneo es ya de por sí una ruptura con respecto a la europa tradicional que puede dar un aporte grande en esta lucha. Nos gustaría experimentar una discusión de este tipo con los países del mediterráneo, del este, UE y no UE, de los bálticos. Nos interesa hablar con experiencias de lucha y emancipación en las ciudades, en los pueblos y zonas fronterizas, procesos de autonomía territorial ya sedimentados en europa, nuevas autonomías. Con subjetividades de luchas, pero también con procesos locales tanto de gobierno como de oposición. Convencidos que esta dualidad, totalmente dentro de las lógicas de la representación, no ayuda a describir las más interesantes experimentaciones desde Zagabria a Bologna, desde Belgrado a Barcelona.

Hay quienes están en el gobierno, hay quienes están en la oposición, dependiendo de los contextos; lo que importa es para qué luchan.

El segundo punto es que si queremos retarnos sobre el terreno de enfrentar nuevos modelos de soberanías alternativas que superen los estados-nacionales, ¿por qué no dirigir con fuerza nuestra mirada también afuera de europa?

¿Puede el confederalismo democrático de los curdos, la idea de “una administración política no estatal o una democracia sin estado”, como escribe Ocalan, ser un modelo que usar, volviéndolo a pensar en el espacio político euro-mediterráneo?

CONTRA LO SAGRADO Y LA DEPRESIÓN SE NECESITAN PENSAMIENTOS Y PRÁCTICAS HERÉTICAS DE LA COMPLEJIDAD

En esta discusión que hace temblar nuestra zonas de confort acogeremos puntos de vista híbridos y heréticos. Queremos discutir no para crear simples mecanismos de red, sino para alcanzar una mirada común sobre la complejidad.

Sabemos que es difícil. Después de la pandemia ha explotado la guerra. Hay quienes afirman que el rechazo y el éxodo del trabajo están causados por una doble depresión que encuentra su origen en estas continuas crisis combinadas. Sea cierto o no lo sea, el dato es que, en las condiciones actuales, es difícil mantener aunque sea solo una actividad parcial en modo no precario. Aún más difícil es mantener una mirada sobre la complejidad sin caer en el catastrofismo o en recetas sagradas. Además, si el trabajo social es precario y genera éxodo, a veces acompañados por sentimientos de derrota, incluso la militancia política es cada vez más precaria. Estas tendencias son tan fuertes que nos hacen esperar que se pueda encontrar justo en un proyecto integral por el cual luchar lo que nos hace superar la dualidad trabajo/militancia.

Integral, sin embargo, no significa complicado. La catástrofe genera miedo, pero nos consolamos con la idea que es el mundo el que se equivoca, no nosotros. En cuanto se busca considerar la situación de manera íntegra parece demasiado complicada, y nos cobijamos en los particularismos, en teorías de la conspiración, en modelos del pasado, en lo sagrado. “Es la guerra en sí el problema”, no los motivos por los cuales se implementa o por los que se resiste a una agresión. “Aislémonos como país, no llevéis la guerra a nuestra casa”. “Se equivocan aquellos que resisten a la agresión porque en este modo alimentan la guerra”. ¿Y qué deberían hacer? Como si antes las cosas fueran mejor. Alguien piensa incluso que la disuasión nuclear del viejo mundo bipolar sería una cosa mejor que la situación actual, a la cual habría que esperar volver.

Con el mismo tono se dice que el modo “primitivo” de enfrentar la relación con la naturaleza ha sido mejor que el actual, libre de elementos destructivos. Se invoca el decrecimiento feliz mientras se abandona el campo de la apropiación política del desarrollo de las tecnologías por un desarrollo híbrido; por convertir los ecosistemas en lugares mejores en los que estar y menos favorables al desarrollo de otras pandemias… esto es, por luchas radicales de sabotaje de las cadenas de contaminación.

Al mismo modo se habla de renta. No como una medida que defender con la lucha, sino como una política que quedara incompleta para siempre. Sin embargo aunque sea incompleta y débil, la ley italiana sobre la renta básica es lo que más se acerca a un instrumento político eficaz frente a las tendencias del trabajo precario actual, que protege de las perturbaciones económicas, sociales, sanitarias, geológicas, y que permitiría implementar formas libres de trabajo social. También en este caso la complejidad aplasta, en lugar que ser con un potencial transformativo, todo aparece inmutable en el terreno de las ideas, mientras que en el terreno material las cosas retroceden.

El primero de mayo en las calles de Bologna una pancarta decía “trabajo cero, ingreso entero. Toda la producción a la automatización”. Demos pasos adelante, reivindiquemos el ocio, y que éste sea pagado con los miles de millones que cada día son robados al trabajo social total por el algoritmo financiero.

Pero sin una mirada integral, ¿a dónde van todas las fuerzas reales, generadas por los sistemas híbridos en los cuales vivimos, capaces de transformar las cosas? Las perdemos de vista, o, peor aún, son consideradas como enemigas del cambio porque son cómplices del sistema actual, incapaces de subvertir las cosas -esto es lo que dicen los críticos en el terreno de las ideas- “vendidas al sistema”, “filo-americanas”, “por la guerra”, etc. Sin embargo basta con ver el papel central adquirido por Elon Musk en la situación actual, la importancia que las tecnologías híbridas tendrán en la nueva era, para entender que ciertas afirmaciones sólo son el fruto de la pereza y del purismo teórico, mientras que la crítica hay que moverla en el terreno material.

Es una característica propia del pensamiento religioso, de lo sagrado, la de buscarse espacios en situaciones como esta. Lo sagrado es puro, no manchado de pecados. Confía en un poder más alto en alternativa al fin de la historia y no considera el híbrido hombre-mujer-+, las tecnologías, las especies, los ecosistemas como diferentes aliados para la transformación, por eso los exorciza. No son sólo las iglesias, las religiones o las sectas identitarias, que se abren espacio entre el miedo y contra el materialismo del profano, sino también subjetividades que, una vez identificado uno de los tantos problemas del mundo actual (la crisis climática, la violencia de género, el hambre, lo digital, la guerra), alrededor de éste construyen su propia narración con prácticas que se acercan a lo místico y a lo espiritual, terminando por aceptar que sólo un poder superior podrá cambiar las cosas, sin nunca ponerse el problema de construir en cambio un contrapoder más fuerte.

Sólo son tendencias, pero tendencias que nos hacen cuestionar la política de la red y de las diferencias así como solemos concebirla.

MÁS ALLÁ DE LAS DIFERENCIAS PARA LA POLÍTICA MÁS ALLÁ DE LO HUMANO

Si la política de la red y de las diferencias nos ha permitido darnos cuenta de la variedad de las luchas y de las interseccionalidades que se encuentra en todos los mecanismos de explotación y violencia, hoy nos parece que este enfoque ha perdido su potencialidad transformativa. Redes y diferencias están en la base de un enfoque amplio y transformativo de la sociedad, pero no son conceptos que ayudan a abordar materialmente las contradicciones. En este sentido es más útil el concepto de híbrido que ya contiene en su interior las diferencias y habla de una transformación posible en cada ámbito de la vida. Al mismo tiempo el remontarse al pasado alimenta otros tipos de narraciones. Nacionalismos, conspiracionismos, y entre ellos también ex-post-colonialistas/ex-tercermundistas/ex-comunistas para quienes un mundo multipolar que retrocede en el terreno de los derechos, de las libertades, de la naturaleza-tecnología, de la ciencia, sigue siendo mejor que el viejo mundo hegemonizado por Estados Unidos.

El pensamiento de la catástrofe hace entonces inmovilizarse y retroceder. Sin embargo nuevas identidades políticas se están conformando justo en contra del pensamiento de lo sagrado absoluto, como alternativas integrales, más allá del umbral de lo humano.

Para concluir pensemos en la diferencia hombre-mujer. Con la guerra implementada por el régimen patriarcal ruso vuelve a aparecer de manera preocupante. La guerra suele ser presentada como cosa de varones, mientras que las mujeres deberían quedarse a cuidar el hogar. Incluso en las filas de los que se declaran del lado de la resistencia de las mujeres, a menudo se reproduce de manera implícita la idea por la cual la mujer tiene capacidades innatas para el cuidado y que si fuera por la mujer ni siquiera se estaría combatiendo.

Ciertamente, cuando el mundo esté gobernado por un número mayor de mujeres, lgbtqi+, animales, cyborg que hayan facilitado la superación de las diferencias hombre-mujer y el fin de muchos subsistemas actuales, estamos convencidos también nosotros de que las probabilidades de que haya guerras disminuirán: cuando luchemos por el matriotismo europeo y por el confederalismo euro-mediterráneo estamos seguros que nos acercaremos más a aquel óptimo ideal; mientras tanto ¿logramos por lo menos reconocer la importancia de posicionarse con las mujeres, los hombres y + que resisten en Europa y no sólo, que usan la fuerza y las armas para defenderse y cuidarse, precisamente para pensar en esa alternativa?

Muchos temas, muchas ideas, muchas preguntas. Estamos convencidos de que si no estamos dentro de las tendencias concretas de la realidad, si no jugamos con anticipación, hay riesgo de quedarse sólo y siempre en la espera, rodeados tristemente por los “si…” y por los “pero, también…” y de ser siempre impotentes y nunca verdaderos protagonistas del cambio. “Batti il tuo tempo”… O “quien no arriesga no gana” son la sintonía que intentaremos tocar en los primeros dos días de Octubre 2022, en Bologna.

PROGRAMA DE LOS DOS DÍAS

Los momentos que componen los dos días se han pensando en sinergia el uno con el otro, para empezar un intercambio abierto y con más voces, sobre diferentes aspectos que interactúan en la complejidad.

SABADO 1 DE OCTUBRE A LAS 15 HORAS

Más allá de lo humano, más allá del fin de la historia.

Talk multidisciplinario para la construcción de un nuevo pensamiento materialista. Vivimos en una era de transición. Es tiempo de desbordar las interpretaciones repetitivas de la realidad para enfrentar los desafíos del futuro, de superar las dualidades y las diferencias consoladoras, para actuar en el tiempo de lo híbrido.

DOMINGO 2 DE OCTUBRE A LAS 10 HORAS

Más allá de guerra y paz para la transformación

Matriottismo para un confederalismo democrático euro-mediterráneo, soberanía alternativa, espacio euro-mediterráneo, conflictos constituyentes en europa. Europa no es nuestra patria, sino que nuestra “matria”, ya más allá del estado-nacional, por la cual luchar. Más allá de las elecciones de léxico, lo que nos interesa es la construcción de una soberanía alternativa euro-mediterránea explícitamente ecologista y feminista. ¿Cómo alcanzar unas propuestas de encuentros y movilizaciones que fortalezcan esta perspectiva?

15 HORAS

Batti il tuo tempo: dentro de los territorios del presente.

Asamblea para la defensa de la renta básica y la conquista de la renta universal. En la May Day Parade estuvimos en las calles con la pancarta “Trabajo cero – Ingreso entero”, desde ahí queremos ponernos en camino, a partir de nuestras experiencias, en los Municipios sociales, lugares en los cuales practicamos mutualismo, conflictos urbanos, sindicalismo y relaciones administrativas, y encontrando nuevas experiencias. Hoy en Italia hay una ley sobre la rentabásica, un hecho, una pieza nueva e importante, más allá de su génesis, que hoy en día es atacada desde diferentes partes. Sería realmente absurdo hacer como si nada hubiera ocurrido, aún más si consideramos que esta ley, como han confirmado todos los análisis periodísticos y de otras fuentes, en muchos casos ha sido usada para sustraerse a los trabajos mal pagados, informales y súper precarios.

Precisamente nosotros, que desde siempre hemos luchado para re-apropiarnos de la riqueza producida por todos y saqueada por pocos, no podemos ser espectadores pasivos. Debemos luchar para defender la ley sobre la renta básica, liberarla de los vínculos y obstáculos relacionadoscon la farsa de la búsqueda de trabajo y convertirla en una etapa para afirmar con fuerza y de manera definitiva la renta universal como derecho de cada individuo al ocio y a una vida libre del trabajo.